El movimiento
cultural del país se revela con una fuerza creadora, dinámica
y social, que asume en toda su magnitud la tradición hispánica
y africana para establecer una modernidad enriquecida con diversidad
propia y universal. Por tal razón, resulta muy difícil establecer
un compendio general de personalidades que abarque todas las manifestaciones
de la cultura, y que posean un elevado mérito nacional e internacional.
Tal número puede resultar asombroso.
La profundidad del pensamiento
de un poeta del siglo XIX, marcó a toda la nación cubana futura.
Considerado el Apóstol Nacional, José Martí (1853-1895),
definió los principales rasgos éticos de nuestro pueblo, iluminó
al movimiento lírico, apoyó incesantemente a la insurrección
mambisa, estableció las ideas morales y cívicas más importantes
de la nación. Como poeta fue uno de los iniciadores del modernismo
(Ismaelillo, Versos sencillos, Versos libres); en prosa
se distinguió en el género epistolar (Cartas a su madre,
Cartas desde el exilio, Carta inconclusa a Manuel Mercado);
en teatro (Abdala, Amor con amor se paga); en novela
(Amistad funesta) y en diferentes ensayos dados en forma
de discurso (Nuestra América, Pinos Nuevos, Madre América).
Alicia Alonso (1921),
reconocida con el título de prima ballerina assoluta, funda
en 1948 el Ballet Alicia Alonso, primera compañía profesional
que existió en el país, renombrada después Ballet Nacional de
Cuba. Toda su carrera artística se ha caracterizado por un enriquecimiento
constante en las técnicas y valores expresivos del ballet, ubicando
a Cuba entre las primeras escuelas más importantes del mundo.
Es directora del Festival Internacional de Ballet de La Habana,
que da cita a las más prestigiosas compañías y figuras del orbe.
Bajo su tutela se han formado todos los primeros bailarines
y coreógrafos.
Nicolás Guillén
(1902-1989), considerado el Poeta Nacional, primer presidente
de la Unión Nacional de Escritores y artistas de Cuba, reúne
en su poesía los elementos de la cultura africana. Dejando importantes
libros (Elegía a Jesús Menéndez, Motivos de Son, Tengo, Por
el mar de las Antillas anda un barco de papel), y una vida
comprometida con las aspiraciones revolucionarias, Guillén hace
aportes muy importantes para la poesía moderna cubana. Elementos
como la musicalidad, el ritmo, la indagación en las raíces del
cubano, y otros elementos técnicos y formales, caracterizan
la obra de uno de los poetas revolucionarios más imprescindible.
Silvio Rodríguez (1949),
una de las voces con más prestigio dentro del movimiento de
la Nueva Trova, se inicia con un estilo profundamente crítico
de la realidad cubana. Todas sus composiciones gozan de un excelente
contenido poético, que sorprende por el uso de recursos novedosos
que dejan ver la presencia de la tradición trovera cubana. Sus
principales discos se agotan en Cuba, América Latina y España.
Llena estadios con asombrosa capacidad con cada uno de sus conciertos.
En la década del 90 funda los estudios de grabación Abdala con
el propósito de ayudar a las agrupaciones jóvenes de la isla.
En 1995 recibe Disco de Oro por la popularidad de su CD Rodríguez
(que integra una famosa trilogía).
|
|